PONER GASOLINA





PONER GASOLINA
Blanca Pereyra Castro


Una gasolinera. Un lugar de paso. Te detienes unos instantes para poner gasolina y sigues tu camino.

Te vas acercando. La gasolinera está ahí. Observas la simetría de la construcción, las bombas de gasolina bien alineadas, auténticas esculturas, haciendo ángulo con la tienda, la panadería y la cafetería. Orden y equilibrio. Es un mundo aparentemente frío, mecánico, pero lleno de color: amarillo, azul, rojo, negro.

La cafetería es una parada obligatoria, un micromundo. Auténtico lugar de paso, lleno de luminosidad.

En la tienda compras pan, el periódico, alguna que otra revista.

Lavas el coche, pones gasolina y te marchas.

En una fotografía se refleja lo que antes estuvo ante el objetivo de una cámara. La fotografía es lo que fue, lo que existió en un momento dado. Pero esa representación del mundo real está realizada por un fotógrafo que comunica algo importante a un espectador. ¿Qué se puede comunicar al espectador mediante estas fotografías de gasolineras? El mundo aparentemente frío de una gasolinera, ese lugar de paso, puede ser también un lugar habitual. Lo cotidiano, los objetos o el detalle son los temas de estas fotografías sobre gasolineras. Para representar estos temas, la imagen ha de ser clara, nítida.

En este sentido se pronunciaron los fotógrafos vanguardistas de la primera mitad del siglo XX. En fotografía, vanguardia significará ruptura con la tradición. La fotografía deja de ser el espejo del mundo para ser susceptible de provocar y crear otra realidad. Una nueva objetividad, una nueva visión, dos nuevos conceptos que recorren todo este periodo. El nuevo planteamiento es centrarse en el detalle, llegando incluso a la abstracción, lo que da un carácter directo a la fotografía

El orden y el equilibrio han sustituido a la pasión y las nuevas normas están basadas en la fidelidad de lo fotografiado. Lo importante es la capacidad del fotógrafo para seleccionar. Lo fundamental es la mirada del fotógrafo. Con estas dos frases podemos resumir las ansias de renovación estética y ética de los fotógrafos del documentalismo objetivo en las primeras décadas del siglo XX. Ellos han sido los modelos a seguir.



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